De Beirut a Oaxaca, el viaje imposible


Si hay personas que nacen con el don de la música, sin duda Zach Condon es una de ellas. Este joven originario de Nuevo México empezó a grabar sus propias canciones a los quince años y, al cumplir veintidós, ya había grabado su primer disco, mismo que grabó (sorprendentemente) en la casa de sus padres y produjo más tarde con la ayuda de Jeremy Barnes y Heather Trost.


The Gulag Orkestar (Ba Da Bing! Records, 2003) refleja lo que Condon vivió cuando, a los diecisiete años, viajó con su hermano a Europa y fue testigo del resurgimiento de la música balcánica entre la comunidad de estudiantes de París. Este álbum, tan bien recibido por el público y la crítica, llevó a Zach a dar el siguiente paso: acercarse a músicos amigos para formar la banda que respaldaría el éxito de este primer disco.


Pronto empezó a escribir y componer nuevas canciones que se incluyeron en el EP Lon Gisland (Ba Da Bing! 2007), el primer disco de Beirut como grupo musical.




Para finales de 2007 estaba listo The Flying Club Cup (Ba Da Bing! Records), disco que consolidó el sonido característico de Beirut: una armoniosa mezcla entre la música balcánica y la chanson francesa. Junto con este álbum se crea un interesante proyecto en DVD producido por Beirut, La Blogothèque y The Take Away Show: un video de cada una de las canciones que conforman The Flying Club Cup tocada en distintos lugares públicos de Brooklyn.


Los músicos que desde entonces lo acompañan en la mayoría de las presentaciones de Beirut son Perrin Cloutier (acordeón), Jason Poranski (guitarra, mandolina y ukulele), Nick Petree (batería), Kristin Ferebee (violín), Paul Collins (órgano, ukulele y pandereta), Jon Natchez (sax barítono, glockenspiel y mandolina), entre otros.


Este año, Beirut sorprendió con dos conciertos en el Lunario (su primera vez presentándose en México) y un nuevo EP doble: The March of The Zapotec/Realpeople: Holland, demostrándonos que su evolución musical es continua y que tiene una gran capacidad para absorber y traducir las influencias que marcan su vida.


El título dice mucho: la primer parte se trata de una recopilación de canciones escritas por Beirut durante un viaje a Oaxaca que fueron grabadas con la participación de la Banda Jiménez, mientras que en la segunda parte (Holland), Condon regresa al estilo de grabaciones que solía hacer en casa de sus padres (Bedroom-style recordings) utilizando su anterior sobrenombre 'Realpeople'.


La macha del zapoteca refleja la festividad, el folclore y la majestuosidad de la música de bandas oaxaqueñas (trompetas, tambores) mezclada, en algunos tracks, con la suave pero potente voz de Condon y sus hermosas letras como se puede apreciar en la canción "La llorona" (quizá inspirada en la leyenda que no en la canción) o en "The Shrew" que nos transporta directamente a un México colonial incluso cuando la letra está en inglés.


Realpeople: Holland empieza con "My Night With The Prostitute From Marseille" y el cambio es totalmente perceptible: deja atrás los metales y el acordeón (salvo por "The Concubine") para dar paso a un ritmo de beats frescos y secuencias mucho más ambiental, creando así distintas atmósferas.


Zach Condon y Beirut parecen tener un largo y exitoso camino en el mundo de la música y, seguramente, no dejarán de sorprender a todo aquel que decida acompañarlos.


María del Mar Cachón

2 Comentarios:

Re.gina dijo...

Qué lindo. Completamente cierto. Buen artículo.

Re.gina dijo...

Qué lindo. Completamente cierto. Buen artículo.

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